Esto no es un microcuento.
Posdepresión preácido.
Me encuentro en mi cama viendo hacia nada, mi cuerpo pesa y cae hasta el Hades. Todo oscuro. Todo, parece que, se mece, la vida. Cosquillean mis dedos, parpadeo y no veo. Nada esta fijo y es amarillo. Vuelven las criaturas con perfecto cuerpo y cabeza de gato, me hablan, no entiendo. Escucho cuentos de noche, de jaguares y aves saltando al fuego, de sacrificios en azul y turquesa. Estoy fuera, camino sobre la luna, los alebrijes me llevaron, y ahora me abandonan como el efecto de la droga. Y ahora caigo, y alzo la vista, sobre el arcaico farol, Vishnú, aleteando, como queriendo matar dioses, como queriendo tomar mi alma.
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